El hombre tiene dos piernas y dos convicciones: la primera, cuando le va bien, y la otra, cuando le va mal. La última se llama religión (Musil)
La felicidad es, ni más ni menos, la ausencia de miedo. Esto supone que al inicio y final de un proceso, en lugar de dar palos de ciego movido por la emoción básica del miedo, esa emoción se debe canalizar en el perfeccionamiento de las propias competencias y en profundizar en las relaciones interpersonales para garantizar la supervivencia.
miércoles, agosto 10, 2005
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