martes, enero 16, 2007

Oda a la Anunciado

Kahlil Gibran, decía:

me creen loco porqué no quiero vender mis días por oro.
Y yo los considero locos, porqué creen que mis días tienen un precio.

Digo yo:

Algunos dicen que trabajar duro es bueno
y muchos seguimos ese ejemplo
pero la lógica actual dice y con mucho humor
trabaja pero no dañes mi imagen.

Por que si me la dañas, ¡O que susto pasarás!
yo estoy aquí para cumplir mis cuatro años o algo más
después no sé lo que me sucederá
pero tú no me afectarás

Algunos elegidos marcan rumbos, arriesgan, ejecutan, se atreven
no se quedan impávidos ni silenciosos
arremeten contra las paredes y los muros
lloran y ríen para un día mejor

Dejemos que el caos busque su propio cauce
las verdades, aún cuando fueran relativas
llegan, se asientan, crean nuevos mundos,
nuevos escenarios, nuevos paradigmas

Y cuando llegan esas realidades
quedarán aquellos que pensaron que, ojalá me habría sumado
pero no protesté, me callé,
silencié lo bueno y destaqué lo malo.

Quedé, bien, permanecí,
dejé pasar al que aparentemente perdió
pero no vi ni percibí que el que perdió era el que buscaba nuevos caminos, buscó aquello que yo siempre soñé
pero no tuve fuerzas, descansé y me senté a esperar, un esperar de no se qué y no se desde dónde.

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